El labrador de color amarillo trataba
infructuosamente de mantenerse a flote, no dejarse arrastrar y escalar
el muro pero la fuerza del agua no se lo permitía.
La valentía del animal y su persistencia
conmovió a los curiosos, alguien trajo una escalera y descendió por
ella para tratar de agarrar el animal y sacarlo del arroyo.
Fueron momentos de angustia pues aunque
el animal quería acercarse a su salvador la corriente se lo llevaba y
desaparecía debajo del agua lo que hacía temer lo peor.
Pero de pronto volvía a salir a la
superficie, nadaba de regreso a donde estaba el joven que lo quería
salvar. Pero una y otra vez fracasaba el rescate.
Finalmente por la escalera descendió otro espontáneo que ayudó al primero a rescatar al can.
La gente aplaudió emocionada cuando el exhausto animalito estuvo por fin sobre la vía y se sacudió el agua.
Es de anotar que los perros labradores
son conocidos por su amor al agua y dotes para nadar. Tal vez eso y el
amor solidario de unos desconocidos, le salvaron la vida.
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